Creative Assembly regresa a las raíces de la saga Alien en una entrega que recupera la esencia de la primera película, dirigida por Ridley Scott. Un survival horror en primera persona en el que controlamos a Amanda Ripley quince años después de la desaparición de su madre.

Una criatura monstruosa frente a una mujer. Un alienígena contra una humana. Alien vs Ripley. Creative Assembly por fin hace honor a la franquicia cinematográfica con un gran survival horror que resulta angustioso e inquietante. Olvídate de las ametralladoras de los marines; aquí eres pusilánime, débil y no lo suficientemente rápido para huir. Sólo te queda un plan para salir con vida: ¡Escóndete!

Nuestra aventura, de hecho, comienza con una elegante cinemática en la que conocemos a Samuels, un ejecutivo de la compañía que nos informa de la posibilidad de viajar a la nave Sevastopol (con el mismo diseño que la Nostromo) donde algún tipo de pista irrefutable nos permitirá conocer lo sucedido. Hasta ahí lo que os podemos contar, aunque ya imagináis que las cosas se complican. Los vídeos de carácter CGI se suceden con relativa frecuencia a lo largo de la historia para contarnos un guión que se sigue con interés. No sólo porque ofrece una misma lectura con respecto a lo que hemos visto en la saga pero desde un punto de vista diametralmente opuesto, sino porque la perspectiva utilizada es respetuosa con el legado cinematográfico, está bien narrada y tiene momentos fascinantes.